que movía la mano en la pared
mil figuras de animales hacía con los dedos
y yo reía, cuanto reia.
Otro día, la sombra agitaba un pañuelo
y recordé cuando los niños en Cusco
despiden el tren a MachuPichu
qué tristeza guardaba mi sonrisa.
Pero hubo un dia
que desperté muy temprano
atrapado en la pared
vi mi cuerpo en estado vegetal
de esquina a esquina
escribo estas tristes palabras.
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