Me hacías tanta falta, soledad.
Poemas para enviar a la hoguera.
Los múltiples intentos por escapar de la poesía no rindieron sus frutos, medio siglo después de encarnizadas luchas, me doy por vencido y proclamo su nombre a los cuatro vientos.
Mi obra muestra una mirada serena pero inquietante acerca de la conexión con lo desconocido: Dios, la muerte, la pérdida, como un desafío, un reclamo que no se atiende y se reduce ferozmente frente a una realidad sorda y ciega.
Su lectura es minimalista, despojada de distractores gramaticales, provista de hermosas imágenes, irreverente con el creador y perfumada de cierta sensualidad que invita al lector a recorrer un mundo de reflexiones y profundas emociones.
¡1,000 canciones de amor
para la ciencia y el arte!
Desde los sueños se asoma ese mundo que imaginas. Y que es posible. Gente común, desde todas las latitudes, rompe los prejuicios de que la capacidad de crear está atada a un origen o a una educación.
En 1000 canciones de amor para la ciencia y el arte, la voz desafiante e irreverente de Henrryman de Perusalén nos lleva de la mano hacia la pieza del rompecabezas del universo que él creó gracias a su mente dedicada a buscar —y encontrar— belleza y posibilidades en el mundo onírico para traerlo al real.
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