Querida Natata,
La naturaleza hoy nos demostró qué bien trabaja: tu cuerpecito aprendió a caminar y con tus pocos pasos y tu enorme sonrisa recorriste temblorosa nuestro sorprendido corazón. Mamá y papá están orgullosos de ti, de tu esfuerzo, de tu paciencia, de la nuestra.
Cada caída, advertencia a la tierra, que vayan poniendo agua sobre esas flores, espuma sobre esas olas, pájaros sobre esos árboles, y sol, mucho sol sobre esta tierra que sostiene ahora tu cuerpo erguido ante el mundo, Principesa de honor.
Sobre tus pies avanzaste triunfante tu primera independencia, damisela andante, tu primera conquista. Las trompetas sonaron en nuestro arrugado corazón, lo juramos, sonaron en nuestro corazón. Algún día también tú las oirás y recordarás estas palabras.
Ahora que andas, a tus pies vendrán el mundo y su belleza, surgirán tus caminos a sólo llamado, probarán tus pies el barro, el fuego, la ceniza, irás donde llueva, donde amanezca, donde el sol sea amarillo o rojo, irás donde el agua corra o se detenga, irás a donde quieras llegar. Tus pies conocerán el cansancio y no temas, luego como un regalo, el ansiado reposo, llegará.
Conocerás París, óyelo bien Natalia, conocerás París, y Florencia y Londres y Nueva York y buscarás tu casa, pequeña, si la noche te quiere guardar en una cueva de tigres. Sigue caminando y llegarás, triunfante, con un rayo de luz sobre el hombro.
Y si algún día los pasos te faltaran, escúchame bien hija mía, camina con el alma y el corazón, besa la luna y las lejanas estrellas, juega con la Osa, la mayor y la menor, pero jamás te detengas, usa las alas de la imaginación.
Pero, Natalia, también te irás, como nos fuimos mamá y papá un día, también te irás, tras tus sueños, persiguiendo el globo amarillo en el aire, el barco de papel en el agua, el conejo que atraviesa la calle, tú te irás y contigo nuestro viejo corazón.
Niña de amar, muñequita nuestra, ahora que caminas, tras tus pasos caminamos mamá y papá, y nuestro corazón adonde lo quieras llevar.
Te amamos, trocadora de trapos en corazón.
miércoles, 16 de enero del 2008.
La naturaleza hoy nos demostró qué bien trabaja: tu cuerpecito aprendió a caminar y con tus pocos pasos y tu enorme sonrisa recorriste temblorosa nuestro sorprendido corazón. Mamá y papá están orgullosos de ti, de tu esfuerzo, de tu paciencia, de la nuestra.
Cada caída, advertencia a la tierra, que vayan poniendo agua sobre esas flores, espuma sobre esas olas, pájaros sobre esos árboles, y sol, mucho sol sobre esta tierra que sostiene ahora tu cuerpo erguido ante el mundo, Principesa de honor.
Sobre tus pies avanzaste triunfante tu primera independencia, damisela andante, tu primera conquista. Las trompetas sonaron en nuestro arrugado corazón, lo juramos, sonaron en nuestro corazón. Algún día también tú las oirás y recordarás estas palabras.
Ahora que andas, a tus pies vendrán el mundo y su belleza, surgirán tus caminos a sólo llamado, probarán tus pies el barro, el fuego, la ceniza, irás donde llueva, donde amanezca, donde el sol sea amarillo o rojo, irás donde el agua corra o se detenga, irás a donde quieras llegar. Tus pies conocerán el cansancio y no temas, luego como un regalo, el ansiado reposo, llegará.
Conocerás París, óyelo bien Natalia, conocerás París, y Florencia y Londres y Nueva York y buscarás tu casa, pequeña, si la noche te quiere guardar en una cueva de tigres. Sigue caminando y llegarás, triunfante, con un rayo de luz sobre el hombro.
Y si algún día los pasos te faltaran, escúchame bien hija mía, camina con el alma y el corazón, besa la luna y las lejanas estrellas, juega con la Osa, la mayor y la menor, pero jamás te detengas, usa las alas de la imaginación.
Pero, Natalia, también te irás, como nos fuimos mamá y papá un día, también te irás, tras tus sueños, persiguiendo el globo amarillo en el aire, el barco de papel en el agua, el conejo que atraviesa la calle, tú te irás y contigo nuestro viejo corazón.
Niña de amar, muñequita nuestra, ahora que caminas, tras tus pasos caminamos mamá y papá, y nuestro corazón adonde lo quieras llevar.
Te amamos, trocadora de trapos en corazón.
miércoles, 16 de enero del 2008.
