La huída

que busco cuando huyo, si no a mi mismo
cervatillo ciego, corazón en llamas
que busco cuando corro, si no alguna puerta
algún nombre, una grieta, algún camino.

soy yo el ciervo, yo el humo, los ojos ciegos
soy yo, el temblor, la caída, soy yo el miedo
soy yo la grieta, la puerta, mi terrible destino
soy yo el corazón, la sangre derretida, el fuego.

la noche sola

Cierto, la noche està indefensa,
tirita también de frío, también de hambre, también de olvido.
Esta noche, mientras duermo, lloro, muero,
me ha dado tanta ternura, verte, al lado mío,
sollozando tus ojos de luna, tus azules luceros.
Buenas noches, noche,
ya no quiero mi sueño prometido.

rios perdidos

 Todas las noches que escucho
venir de entre los cerros, tus patas
tus enormes patas como dos gruesos troncos
agitando raíces, silencios, almas
todas las noches que siento
en mi rostro, la ternura, el lamento
tus cabellos trenzados cual amarillos puentes
rompiendo a pedradas lunas, soles, cristales
todas las noches que lloro
bendecida sombra, primavera derrotada
tus pequeñas y horribles tazas derramadas
en el rostro más hermoso de tu lienzo
arcilla destrozada por la lluvia
las gotas hijas de tu insano pensamiento
derriba los muros, quema, arroja sobre el agua
estas horas infinitas, duras, amargas
lléname de sombra el habla, la ceguera espontánea
la locura que arrebata cada tarde mi ventana
puebla mi silencio de hojas, raíces, almas
y dame de tu sed, hilacha de río abandonada.